Como todas, las técnicas y herramientas propuestas por marcos metodológicos como Scrum, pueden ser utilizadas de forma incorrecta y ser perjudiciales para los objetivos para los que fueron diseñadas.
El uso de ciertas tecnologías, sin haber interiorizado el fin para el que fueron desarrolladas, puede llevar al mal absoluto, como en el caso de la energía nuclear.
A otro nivel, el poco entendimiento del enfoque ágil puede llevar a situaciones como las que me contaba hace poco una amiga, desarrolladora dentro de una consultora donde en teoría trabajan bajo el marco Scrum.
El caso es que me contaba que había tenido que salir de urgencia por un problema en casa y su jefa había puesto el grito en el cielo, ya que no sabía cómo apuntar las dos horas que iba a estar fuera de la oficina.
Mi cara debió de ser un poema, porque por más que le daba vueltas sobre qué técnica dentro de Scrum necesitaba que se apuntase prácticamente al minuto en qué se estaba trabajando, no conseguía encontrar ninguna. Al contrario, la medición individual del desempeño de cada trabajador por parte de un manager es totalmente contraproducente, ya que puede dar lugar a comparativas, presiones y otros efectos indeseables, que dinamitan una de las principales características de Scrum, la autoorganización.
El caso es que le pregunté a mi amiga que para qué era esa medición y mucho más me sorprendió su respuesta: “Pues no tengo ni idea, es algo que se tiene que hacer en Scrum”.
Desolador. Mi amiga no tenía ni idea de porqué se aplicaba una determinada técnica. Otra violación de las bases de Scrum, la transparencia. A decir verdad, el problema de base creo que es que nadie se ha preocupado de extender los valores y principios de Scrum entre el equipo. No parece haber un Scrum Master y si lo hay, no está haciendo bien su trabajo.
No vale decir que se está en un entorno ágil solo porque la dirección del proyecto lo diga. Trabajar y obtener los beneficios que se derivan de la inmersión en la agilidad implica que todos los miembros de la organización interioricen y practiquen la agilidad de forma natural y para conseguir ese objetivo existe una figura en Scrum: EL SCRUM MASTER.
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